El control del dolor mejoró un 43% en aquellos que escucharon el gorgoteo de un arroyo mientras miraban un paisaje colorido durante y después del procedimiento, según el equipo del Instituto Médico Johns Hopkins en Estados Unidos.
Alentados por los resultados, los doctores están sugiriendo que las llamadas imágenes biófilas y sonidos sean usados durante otros procedimientos invasores como las endoscopias y exámenes radiológicos interventivos.
El doctor Noah Lechtzin dijo en la reunión anual de la Sociedad Torácica Americana que «los sonidos e imágenes naturales, de ser los correctos y en el formato indicado, son una manera segura, barata y efectiva de reducir el dolor y la ansiedad del paciente cuando se insertan tubos por la nariz o boca para ver los pulmones».
Sin embargo enfatizó en el hecho de que la terapia de distracción sonora y visual no es un sustituto de las drogas para controlar el dolor, sino un complemento.
Midiendo el dolor
La terapia de distracción es segura, barata y efectiva. El grupo Hopkins probó la terapia en 41 personas durante los 25 minutos de las broncoscopias y las tres horas de recuperación.
La mirada de cada individuo estaba fijada en murales de tela colgados al lado de la cama mientras escuchaban sonidos de la naturaleza con audífonos.
39 pacientes similares fueron tratados sin la terapia de distracción pero con el mismo nivel de cuidados.
Ambos grupos llenaron luego cuestionarios midiendo el dolor en una escala de 1 a 5, además de su nivel de ansiedad, percepción de privacidad, dificultad de respirar, voluntad de someterse al procedimiento otra vez y seguridad.
El doctor Gregory Diette, autor del estudio, reveló que «un 43% de los pacientes que escucharon los sonidos de la naturaleza y miraron el mural durante el tratamiento calificaron el control de dolor como muy bueno o excelente».
La terapia de distracción es utilizada en la Unidad de Control de Dolor del Hospital San Tomas de Londres.
La unidad atiende a personas con dolores crónicos y les enseña a controlarlo.
Su administrador, Gil Hancock, explicó a la BBC que «le enseñamos a nuestros pacientes técnicas de relajamiento, ya sea con música o imágenes».
«Es una parte fundamental de nuestro trabajo: la estimulación visual ayuda a relajar el cuerpo y reduce la tensión, que causa dolor».
El grupo Hopkins ahora planea poner a prueba las distracciones en los pacientes de transplante de médula, que a menudo tiene que pasar muchas horas y dolor en el hospital.
La hipnosis y autohipnosis
Está comprobado el efecto anestésico de la hipnosis que permite una relajación profunda y una desconexión con los miedos y las inseguridades.
La grabación «Activando el Poder Mental» para anestesia y analgesia ha resultado muy efectiva para mejorar la calidad de vida.
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