Imagínate que te gusta mucho una película y que, sin embargo, no la has vuelto a ver otra vez.

Ahora imagina que odias una película, que te desagrada, y sin embargo, la vuelves a ver cada noche. ¿Lo harías?

¡Mucha gente lo hace! Quizá tú también sin ser consciente de ello. Muchos hacen esto con sus recuerdos. Olvidan revisar los recuerdos hermosos, pero los malos se mantienen en revisión constante, volviéndose a sentir mal, humillados, tristes y deprimidos, experimentando todo de nuevo, como si haberlo sentido una vez no fuera suficiente.

Revivir momentos felices

La investigación del cerebro nos muestra que las mismas áreas del mismo se utilizan cuando recordamos algo tan fuertemente como cuando realmente lo experimentamos. De modo que si recuerdas un momento en que sentías molestia o miedo, produces estos sentimientos nuevamente y afectas tu vida afectiva y tu cuerpo. Por el contrario, recordando intensamente las ocasiones en que te sentiste muy bien o con serenidad y tranquilidad, esos sentimientos benéficos actuarán de nuevo. Recordar los buenos tiempos con regularidad es bueno para ti y hacerlo te lleva a tener buenos hábitos para una vida más feliz.

¿Hay que vivir el presente? Sí y no. Tenemos que saber cómo dejar atrás el pasado y ser espontáneos a veces. Pero también tenemos que revisar el pasado de vez en cuando. Así nos aseguramos de evitar cometer de nuevo los errores del pasado.

Recordamos lo que nos gusta y que es saludable para que podamos hacer más de lo mismo en el futuro.

Pensando en buenos recuerdos por sólo 20 minutos al día puede hacer que te sientas más alegre de lo que eras antes de esta práctica y más feliz que si piensas en tu vida actual. Se ha encontrado que las reminiscencias positivas son un estimulante del humor positivo. El psicólogo Tim Wildschut y sus colegas de la Universidad de Southampton en el Reino Unido encontraron que las personas que recuerdan y luego escriben recuerdos felices son más felices y alegres después de hacer eso que aquellos que escriben sobre las experiencias cotidianas. Este estudio también mostró que las personas que escriben sobre experiencias pasadas positivas reportan tener una mayor autoestima y tener sentimientos más positivos acerca de las amistades y las relaciones cercanas.

Revivir los recuerdos felices intensamente es mucho más poderoso que escribirlos

Habitualmente recomiendo a mis estudiantes guardar un registro escrito de sus logros y progresos. También ir creando un álbum de recuerdos positivos que en los años futuros servirán muchísimo para evocar el pasado y darnos cuenta, en nuestra vejez, que después de todo la vida no fue tan mala con nosotros.

No obstante, se puede dar un paso más. De acuerdo con la investigación realizada por Sonja Lyubomirsky, de la Universidad de California en Riverside se encontró que las personas que escribieron sus recuerdos favoritos se sentían mucho mejor después, pero no tan bien como aquellos que sólo revivieron mentalmente los recuerdos en su mente. Lo contrario es cierto para los malos recuerdos: escribirlos te hace sentir mejor, pero rememorarlos constantemente hace que la gente se sienta peor.

La reprogramación mental es la herramienta más potente para recuperar recuerdos o información

Técnicas como la PNL o la hipnosis son una herramienta poderosa para volver a conectarse con los acontecimientos positivos del pasado y, por lo tanto, beneficiarse de todos los sentimientos positivos que traen. Practicar con regularidad estas sesiones te provocará sentirte mejor y con más seguridad acerca de tu presente y tu futuro.

Ventajas destacadas de practicar la memoria feliz

Mantener recuerdos felices de nuestra vida conlleva una serie de ventajas emocionales, psicológicas y sociales que contribuyen a nuestro bienestar general. Aquí tienes algunas de las ventajas más destacadas.

Mejora del estado de ánimo momentos. Reflexionar sobre momentos felices activa regiones del cerebro relacionadas con la felicidad y el placer, lo que puede elevar tu estado de ánimo y reducir el estrés.

Reducción del estrés y la ansiedad. Recordar momentos positivos puede ayudar a reducir los niveles de estrés y ansiedad al cambiar el enfoque de pensamientos negativos hacia experiencias agradables y reconfortantes.

Aumento de la resiliencia. Los recuerdos felices actúan como un ancla emocional durante momentos difíciles. Pueden recordarte que has superado desafíos en el pasado y ayudarte a enfrentar mejor las adversidades presentes.

Estimulación cognitiva. Reflexionar sobre recuerdos felices implica rememorar detalles y emociones asociadas con esas experiencias. Esto puede ejercitar la memoria y mantener tu mente aguda.

Fortalecimiento de relaciones sociales. Compartir recuerdos felices con amigos y seres queridos puede fortalecer los lazos emocionales y fomentar la conexión interpersonal. Además, puede servir como punto de conversaciones con temas positivos.

Generación de gratitud. Al recordar momentos felices es probable que sientas gratitud por las personas, lugares y experiencias que contribuyan a esas vivencias. La gratitud está asociada con el bienestar emocional.

Promoción de la autorreflexión. Al analizar lo que hizo que ciertos momentos hayan sido felices te permite obtener una comprensión más profunda de tus propias preferencias, valores y deseos, lo que podría ayudarte a tomar decisiones más alineadas con tu autenticidad.

Incremento de la autoestima. Recordar logros y momentos de éxito puede mejorar tu percepción de ti mismo y reforzar tu autoestima. Estos recuerdos pueden servir como recordatorio de tus capacidades y logros pasados.

Fomento de la creatividad. Revivir experiencias felices puede inspirarte y estimular tu creatividad al recordar cómo te sentiste y las ideas que surgieron en esos momentos.

Motivación. Los recuerdos felices pueden motivarte a seguir buscando nuevas experiencias y objetivos que te brinden alegría y satisfacción, ya que sabes que es posible alcanzar esos momentos positivos.

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